Cactus y sus “pitaya” de exóticas tonalidades: Guardianes del patrimonio de Nuevitas (+Fotos)

Texto y foto Lázaro David Najarro Pujol
La camagüeyana  ciudad cubana de Nuevitas siempre sorprende al visitante. Además de los espectaculares paisajes naturales como los tres Ballenatos, impresiona su añeja y deteriorada arquitectura afectada por el tiempo y los  huracanes.

A pocos metros del viejo embarcadero y malecón de una de las comarcas más antiguas de las existentes en América (más de quinientos diez años desde que se fundó en Punta de Guincho la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe, hoy Camagüey), resiste una antigua edificación  cuya puerta de entrada es bloqueada por un hermoso cactus.


La planta, resistente a la escasez de lluvia,  la salinidad,  el estrés hídrico y los vientos huracanados, se ha convertido en guardián de la puerta este de entrada de la veterana mansión.  Luce caprichosa sus frutas (llamada “pitaya”), de color rojo brillante, a los transeúntes. Nos detenemos para contemplar su  belleza,  textura y  exóticas tonalidades.
Según Luisaldo Sandate Flores, en México, existe un fruto, proveniente de Pachycereus weberi , conocido en Puebla como el “chico” mientras que en Oaxaca se le identifica como “tuna de cardón”. El hábitat del P. weberi son los estados de Puebla, Oaxaca, Guerrero y Morelos. La temporada del “chico” es en el mes de mayo.
Estamos en marzo y el hermoso cactus nueviteros ya tiene sus llamativos frutos.



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