Yurislenia Pardo: Se despidió con una sonrisa y una espiga (+Fotos)

Por Lázaro David Najarro Pujol/Fotos Nelson Raberón

Camagüey, Cuba, ene 18.- El Héroe Nacional de Cuba, José Martí, no asumió la muerte como algo terrible, sino como natural: «La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida; truécase en polvo el cráneo pensador; pero viven perpetuamente y fructifican los pensamientos que en él se elaboraron»

Yurislenia Pardo Ortega, con solo 35 años de edad, ,emprendió un viaje a la eternidad para seguir irradiando luz y a decir de nuestro Apóstol su partida fue como «…un rompimiento interior, una caída suave, y una sonrisa», con esa sonrisa con la que siempre la recordaremos.

El periodista Ricardo Ronquillo escribió en el portal Cuibaperiodoistas: «Un cariño que ganó con una vida corta pero intensa, apasionada, en la que tuvo como brújula la entrega a los demás, el ejercicio del bien y de la justicia. Así actuó en la Upec y en las organizaciones a las que lideró. Desde su cama de operada en el hospital Hermanos Ameijeiras, o mientras la quimio intentaba reducir su cáncer la vimos dar aliento a sus compañeros y a todos los sueños y proyectos. Tenía demasiada sed de vida para morir así. Hizo mucho en muy poco tiempo».

Para quienes la conocimos, Yurislenia Pardo siempre estará presente y parafraseando a Martí, ella, antes de marchar a la cualidad eterna y a la duración infinita, enseñó «…al cielo su obra acabada, su libro escrito, su arado reluciente, la espiga que segó, el árbol que sembró: ¡triste el que muere sin haber hecho obra!»

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