Lucas Buchillón y El Valle de las Garzas

Por Ernesto R. del Valle/Foto Lázaro D. Najarro

Recuerdo que en la década del 70, comenzaron a crearse los Talleres Literarios en la provincia Camagüey, tarea que llevó a cabo el “jatiboniquense” devenido camagüeyano, el dramaturgo y poeta Rómulo Loredo, autor de «Cantar por Tilín García», «Matrimonio por decreto», «Las mil y una noche guajiras», y «Aquellos Bufos», director, por esa fecha, del Departamento. de Literatura de la delegación Provincial de Cultura en Camagüey.

Su carisma y dotes de investigador llevaron a Rómulo a ser el fundador de este evento literario. Con sus más de cuarenta años supo rodearse siempre de la gente joven y así, con esa cualidad de promotor, se fundaron los talleres literarios en la región portuaria de Nuevitas, al noreste de la provincia, dirigido por el novelista Enrique Cirules, entonces incipiente estudiante de bachiller.

En Ciego de Ávila, despuntaron Roberto Manzano Díaz y los hermanos Doblado, talentosos y refinados poetas que transitaban el camino de la Literatura con suma atención profesional.

En esas visitas a los Talleres tuve el gusto de conocer, precisamente en Morón, al poeta decimista Raúl Ferrer, conocí al excelente poeta Pablo Armando Fernández, quien muchos años después, en 1998, fue mi compañero inesperado, sorpresivo y accidental, en mi vuelo hacia Sto. Domingo, tuve el placer de escuchar consejos del poeta guerrillero nicaragüense Ernesto Cardenal, y participar en conferencias y recitales donde conocí a muchos que comenzaban, como yo a «creerse» poetas y leíamos nuestros versos con voz engolada y en pose teatral, ¡oh juventud!

Y conocí a un campesino autodidacta en lo más intrincado de la campiña cubana, en Tamarindo, Florencia, un lugar que nunca se mencionó ni en mis clases de Geografía.

En las asiduas visitas a Morón, fue precisamente Segundo Leiva quien habló a Rómulo de cierto campesino inválido que era autodidacta y escribía décimas. El carácter de Rómulo, su trabajo creador y su olfato le hicieron ver que allí, en ese hombre había talento, programó un viaje a Tamarindo. Y fuimos.

Aquel rostro lleno de surcos, aquella mirada penetrante y alerta, aquella sonrisa ingenua, franca y transparente, unido a aquel cuerpo delgado y mustio, nos estremeció a todos. Estábamos frente a Lucas Buchillón Carvajal (1935-1977).

Un accidente a los 18 años lo dejó para siempre sentado en una silla de ruedas pero su talento y dedicación lo hizo merecedor en 1974, de la mención Género Decimas, en el concurso 26 de Julio de las FAR con su libro «El Valle de las Garzas»

Aún hoy, en Tertulias y Peñas Literarias se lee estas décimas de Buchillón. Los demasiados viajes, el hacer y deshacer equipajes aquí y allá, me han hecho perder la impresión de esta obra pero en mi memoria han quedado algunos fragmentos que quiero dejar aquí para finalizar, uno de ellos dice:

«El Valle donde nací 

cuando besa el sol su falda

es un tazón de esmeralda

con la tapa de rubí

Tanto de verde bebí

al nacer, que en mi camino

de nómada campesino,

fui cantando a su verdor

como el que brinda el licor

en verde copa de vino.»

El verde es, no deja lugar a dudas, el «leit motiv» de esta obra en décimas, nada más elocuente que este otro pequeño fragmento que me viene a la memoria:

«Ahora mi valle si es

De un verde, verde, muy verde

Porque jamás se le pierde

El verde verde que ves.»

Quizás a muchos la repetición intencionada de este adjetivo, no les guste pero cuando se lee la totalidad de las décimas, vemos cómo, en nuestro interior brota una fuerza que va fundiéndose a la belleza de «EL VALLE DE LAS GARZAS


3 comentarios on “Lucas Buchillón y El Valle de las Garzas”

  1. Cuando Enrique Cirules era el asesor de literatura en Nuevitas, yo lo era en Santa Cruz del Sur, Tenia el Taller Literario Pablo de la Torriente Brau. Comencé en 1974. Rómulo Loredo era el director Provincial de Literatura, Alderete, el segundo. Efrain Morciego, asesor de poesía y Raúl González de Cascorro, asesor de narrativa. En Vertientes el asesor era Hugo Carvajal, en Camagüey Pellerano, en Ciego de Ávila los hermanos Doblado y Roberto Manzano estaba por Morón. Hugo fue el asesor que más tiempo estuvo en ese cargo

    Fui a recibir experiencias con Bárbaro Pardillo en Chamba. Estuve en el encuentro de literatura entre Camagüey y Villa Clara que se efectuó en Caibarién. Visitamos Remedios. Recuerdo que Todas esas personas fallecieron. Quedamos vivos Manzano y yo que éramos los más jóvenes. En Ciego de Ávila se estaba escribiendo el libro sobre la experiencia de las escuelas en el campo. No supe si se terminó o dejaron al lado ese proyecto del que se habló mucho.

    Asistí al encuentro Nacional de Escritores camagüeyanos, me parece que fue en 1977.. Vinieron los más prestigiosos escritores de Cuba, entre ellos Nicolás Guillen, Luis Suardiaz, Mariano Rodríguez y muchos más.

  2. Sólo una objeción estimado Lázaro David quién más tiempo estuvo dirigiendo un taller literario en todo Camagüey y quizás en toda la isla fue Ramírez pellerano quién estuvo al frente del taller Rubén Martínez villena hasta su jubilación ya el gordo Carvajal había fallecido.


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