Publica Revista Literaria Anuket poema erótico de escritor cubano
Publicado: octubre 6, 2020 Archivado en: Concursos, Cuba, Cubanos por el mundo, Culturales, De Cuba y el Mundo, Internacionales, La isla y el mar Deja un comentarioPor Lázaro David Najarro Pujol
Octubre, 2020.- El poema Calidez , del escritor Rainer Castellá Martínez, residente en la ciudad cubana de Santa Clara, forma parte de la antología de autores de 16 países del mundo que publica la Revista Literaria Anuket, de Argentina, correspondiente al mes de octubre del actual año, resultado del concurso de Poesía Erótica 2020.
El certamen “busca difundir, de manera culta y responsable, al género erótico dentro del contexto de la pasión amorosa humana”.
En la nota de la publicación se enfatiza que con armoniosos ritmos, con versos candentes, con detalles lujuriosos, con los sentimientos a flor de piel, y los deseos al borde de la locura, 30 poetas y poetisas, se expresan con sus letras poéticas para hablar del amor y del erotismo.
Anuket, pone a disposición de los lectores, en 48 páginas, 30 poemas, de 30 poetas/poetisas de Argentina (7) México (4) Colombia (3) Perú (2) Chile (2) Venezuela (2) EEUU (1) Puerto Rico (1) Uruguay (1) Rep. Dominicana (1) Ecuador (1) Portugal (1) Guatemala (1) Cuba (1) España (1) El Salvador (1).
Destaca entre las prosas el poema Calidez (La espalda de la soledad), de Rainer Castellá Martínez.
Para cortar tu nudo… qué espada?
para talarte, ¿qué hacha afilada?
Dulce María Loynaz.
Tierna vigilia de grato insomnio
venera el repliegue de sus visiones.
¡Ah!, maldita puerta
que pierde el reflejo,
la grácil cintura,
y el roce intacto
bajo la febril pasión
que navega por mi cuerpo,
me cobra el insomnio
e hipoteca codicias,
para llegar a ella;
besar sus poros amortajados,
envilecerme en los satíricos azares de su voz,
retener el tiempo,
nacer entre sus piernas,
como el hijo pródigo de la miel, sensaciones y jadeos,
aunque me expulsen de esta oficina sin más redención
que el evocable juicio del absurdo,
donde besar el reflejo
mutila al menos,
el privilegio de una cálida mano,
destinada a usurpar el silencio
en la frágil espalda de la soledad.