In the Twelve Leagues: Men with Chapingorro in hands [1] (+ Photos)
Publicado: mayo 26, 2020 Archivado en: Cuba, Cubanos por el mundo, De Cuba y el Mundo, La isla y el mar Deja un comentarioBy Lázaro David Najarro Pujol
May, 2020.-Under the strong Caribbean sun two men move in a shack through the blue green waters of the Twelve Leagues.
In the sea, the heat of the sun, in the bodies of these two men, is felt even more than on land. The traditional chapingorro [2], after the lifting of each ban on lobster, is the main art of fishing.
While one is rowing the other fisherman holds firmly in his hand the ham made of nylon ropes tied to a long pole.
He leans at the stern of the shack [3] and with the glass bottom cube of magnification looks in the cache, in the depths of the labyrinth, for lobster. He finds nothing, but he is not discouraged and instructs his co-worker to continue rowing to try the next fishing boat, built of discarded tires where the crustacean hides. (Leer más en esta entrada)
El Pescador: DOSCIENTOS DÍAS AUSENTE CADA AÑO DE LA FAMILIA (+Fotos)
Publicado: mayo 26, 2020 Archivado en: Cuba, Cubanos por el mundo, De Cuba y el Mundo, La isla y el mar, Publicaciones Deja un comentarioTemprano en la madrugada, con los primeros cantos de los gallos Armando se despide de su esposa e hijos para zapar a alta mar Durante casi toda su juventud, en las tardes tranquilas, se sentaba en el malecón a observar el mar, En el puerto, como testigo del tiempo está el esqueleto de un ferrocemento, que cientos de veces rompió con la quilla las olas de los Jardines de la Reina,
Texto y foto Lázaro David Najarro Pujol
May, 2020.-Temprano en la madrugada, con los primeros cantos de los gallos Armando Suárez se despide de su esposa e hijos para zapar a alta mar. Los pequeños, soñolientos, le devuelven los besos y abrazos al pescador.
Durante más de 200 días, de los 365 que tiene el año, lleva la nostalgia por el espacio que deja ese ser querido que se expone a vientos y mareas. La añoranza del calor de la vida cotidiana. La familia siente el peso de la ausencia.
Muy próximo a las aguas del Caribe estaba el hogar, a solo cincuenta metros de la rivera, construido con tablas de embarcaciones encalladas en las costas sureñas, hasta que se mudaron a un nuevo apartamento a tres kilómetros de la rivera. (Leer más en esta entrada)