Danza folklórica camagüeyana prosigue póstumo homenaje a Nelson Mandela
Publicado: diciembre 27, 2013 Archivado en: Culturales, De Cuba y el Mundo | Tags: Camagüey, Cuba, Fidel Castro, Ikú Lobi Ocha, La Habana, Nelson Mandela, Premio Nobel de la Paz, Solarson, Sudáfrica Deja un comentarioTexto y foto Lázaro David Najarro Pujol
Camagüey, Cuba, 27 dic (PL) La danza y la música folklóricas heredadas de África continúan hoy y hasta mañana en el Teatro Principal de esta oriental ciudad, el póstumo homenaje a la memoria del extinto expresidente sudafricano Nelson Mandela.
Reinaldo Echemendía, director de la compañía Folklórica de Camagüey, a unos 570 kilómetros al este de La Habana, expresó que la agrupación se une con la gala al tributo mundial a una personalidad de la dimensión del recién fallecido líder sudafricano, con la interpretación de fragmentos de las obras «Solarson» e «Ikú Lobi Ocha».
Añadió que Mandela es referencia de integridad, humanismo, tolerancia; de amor a la paz, a la fe y a la lucha por la vida y por los hombres.
Enfatizó que el también Premio Nobel de la Paz en 1993 manifestó siempre un gran cariño por el pueblo cubano, su líder histórico, Fidel Castro, y la Revolución, por la solidaridad manifiesta durante los 27 años que estuvo en prisión.
Argumentó que además de la deferencia al héroe de la democracia sudafricana, que luchó contra el sistema del apartheid, el Folklórico camagüeyano recaba asimismo con la velada, la liberación de los antiterroristas cubanos detenidos en 1998 en Estados Unidos, por defender la paz y la vida.
Explicó que la causa de Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González, quienes aún permanecen en prisión en el país norteño, es la misma por la que luchaba Mandela, el derecho de los pueblos al amor y a la vida.
Ellos, junto a René González, quien cumplió una condena de 15 años y ya se encuentra en la isla caribeña, fueron arrestados en la Florida, donde daban seguimiento a las acciones criminales de grupos anticubanos.
Echemendía aclaró que la primera parte de la gala («Ikú Lobi Ocha» (significa: El muerto parió el santo) es una proyección vinculada a las tradiciones heredadas de la cultura africana y a la manera de que la religión Yoruba rinde homenaje y tributo a sus muertos para alcanzar un esplendor en la vida.
Dijo que la segunda parte del espectáculo deviene aproximación a la contemporaneidad en la que el folclor hace presencia, con ritmos que desde África llegaron a la mayor de las Antillas, a la espiritualidad de Mandela: alegre, danzante, musical, y feliz como él fue hasta los últimos momentos de su vida.