Mártires de Pino Tres: Marciano Ross Castro
Publicado: diciembre 21, 2012 Archivado en: Publicaciones | Tags: Camagüey, Celia Sánchez, Fidel Castro, Granma, La Plata, San Ramón Deja un comentarioUn grupo de combatientes salió con Marciano Ross Castro para la Plata. Celia Sánchez había enviado por una mercancía. Pronto llegaron a La Plata. Celia, recibió la mercancía.
Eloy Cabrales Sánchez había ido a esa misión a La Plata:
“Después Celia le comunicó a Marciano y a nosotros que al siguiente día debíamos regresar pa’ el campamento pa’ incorporarnos a una Columna que iba a operar en la provincia de Camagüey.
Fidel Castro se presentó en el campamento, se presentó en la casa de El Cafetal pa’ conversar con nosotros. Habló de la misión de crear un frente en Camagüey.
“—No deben abordar ningún vehículo. La marcha hay que realizarla a pie.
“Marciano estaba en la formación. Marciano conocía a Fidel Castro. Éramos alrededor de sesenta y dos combatientes. Estábamos acampao’ en San Francisco, muy cerca de Pueblo Nuevo.
“Fidel reconoció a Marciano Ross Castro. Lo llamó y le echó el brazo por arriba.
“Salieron caminando pa’ un lao’. Luego Fidel le entregó directamente un arma a él, un San Cristóbal con cargadores y to’. Un San Cristóbal nuevecito.
“Él regresó muy contento donde estábamos nosotros y nos dice:
“—¡Miren lo que me dieron! ¡Miren lo que Fidel me entregó!.
“Marciano había recibido el San Cristóbal como un niño acoge su primer juguete. Estaba pleno de felicidad por venir aquel fusil, precisamente, de las manos de Fidel, de manos del máximo líder de la guerrilla. Estaba muy orgulloso.
“Lo felicitamos y compartimos con él aquella alegrías.
“Así era Marciano. Siempre dispuesto a ayudar a la gente.
“Puede constatar que durante la Ofensiva del Ejército de la dictadura contra la fuerza guerrillera en la Sierra Maestra, Marciano Ross Castro, se distinguía por su valentía e inteligencia. Antes de cumplir los 29 años de edad,33 ya Marciano se había alzado.
Eloy Cabrales Sánchez, simpatizaba mucho con él.
“Era una persona muy sencilla. Su ascenso al grado de primer teniente no le cambia su forma de ser. En la guerrilla lo bautizaron con el nombre de Feliciano por su sencillez, su modestia. Era muy buena gente.
“Lo conocí en el campamento del teniente Domingo. Era del pelotón de Crecencio Pérez. La ofensiva había culminado. Nos trasladaron pa’ Las Minas del Frío. Nos seleccionaron pa’ ir a buscar una mercancía a Aguas al Revés. Esa mercancía la controlaba Celia Sánchez. Ella nos mandó a buscar pa’ que le llevemos la mercancía.
“Doce hombres participamos en la agotadora marcha bordeando montañas y farallones. Después de varias horas de caminos, llegamos a Agua al Revés y recogimos la mercancía. Continuamos hacia La Plata. Pronto divisamos la desembocadura del río, hundido en un llano costero triangular.
“Estábamos en La Plata, cuando Marciano me preguntó:
“—¿Ven acá, Eloy? ¿Tú eres de Media Luna?.
“—Sí, yo soy de Media Luna.
“Marciano me hizo esa pregunta porque hay otro compañero que a veces cuando se dirigía a mí me llamaba por Media Luna.
“—Te pregunto Eloy, porque yo soy de Colorado. Somos casi vecinos.
“—¡Ahí sí !. Yo he andao’ mucho por Colorado.
En Colorado se encontraba una fábrica pa’ procesar henequén.
“Recuerdo que el primer teniente Marciano y yo conversamos muchas cosas. Era un hombre un poco reseco. Un hombre alto, fuerte…No era muy gordo, pero sí alto y fuerte. Tenía demasiada energía. Muy responsable pa’ su trabajo. Un hombre luchador”.