Desde Guáimaro, Cuba: Yo fui prisionero del Che

Por una encomienda Edel Caurel Garrido, ingresó al Ejército de Batista. Fue casquito durante 27 días. Nació en el poblado de Palo Seco, en el municipio camagüeyano de Guáimaro.

Con veintidós años de edad, cuando laboraba como panadero, ingresó al Ejército gubernamental. Caurel y siete soldados más cuidaban la finca de La Federal y aproximadamente a las tres de la madrugada, fueron sorprendidos por la tropa de El Che.

Edel, en ese instante tomaba café en una cocinita. Siente los primeros disparos. Los soldados de la tiranía se ponen en alerta. Tres de ellos son alcanzados por los proyectiles y quedan muertos en sus posiciones de combate. Un guardia logra escapar.

Caurel y tres soldados más caen prisioneros y son entrevistados por El Che. El jefe guerrillero causa una grata impresión entre los guardias. Ven en él algo que jamás pudieron apreciar en sus superiores. Se sentían por primera vez como seres humanos.

El soldado Edel Caurel Garrido rememora que los alimentos que recibían los combatientes rebeldes, también se compartían con los prisioneros. Esa forma del Che constituyó el elemento principal para que los guardias enemigos se unieran a la tropa guerrillera.

En Cuatro compañeros, Santa Cruz del Sur, la columna rebelde entabla combate con tropas del Ejército de Batista. Caurel y los tres soldados prisioneros, aunque pudieron escapar, reafirmaron la decisión de continuar en la columna guerrillera.

“Creo que esa noche nos quedamos ahí en el monte y al otro día me parece que Acevedo, hoy General de División, a nado pasó un canal para ver como se podía salir. Nosotros estábamos sitiao´. Había una chispita regando guardias de un tramo de un poste de la luz a otro; creo que tiene una separación de 50 metros.

Realmente no sé cuál es la distancia que hay de un poste del tendido eléctrico a otro. Pero nosotros si veíamos la chispita: dejaba posta acá. Y Acevedo a nado cruzó el canal. Los aviones también estaban bombardeando la zona. Entonces salimos atravesando el canal. El agua nos daba aquí al pescuezo. En fila india salimos del cerco, uno detrás de otro.

Edel tenía una sola voluntad. “¡ Aunque me maten continuaré la lucha con esta gente!”.

La personalidad y la pasión con que defendían sus ideas, determinaron mucho en que los que hasta ese instante venían como prisioneros no retornaran al ejército que los había reclutado e incluso en esos momentos difíciles y desventajosos para la columna rebelde.

“Hablarte del Che no es fácil. Yo en mi vida, como cubano y como revolucionario, no he encontrado palabras para catalogar la calidad y las condiciones de ese hombre. Al Che lo tengo como a un padre. Yo siempre le digo a mis hijos y a la gente que yo he tenido dos padres: el que me hizo y el que me forjó… Y mi vida me la forjo, ideológicamente, el Che. Es verdad que, como ese es difícil que salga otro hombre… Hablar del Che es algo grande para mí por su forma. Yo analizaba una cosa. Uno era un prisionero y te tienen que tratar como tal. Y sin embargo no: era la misma camaradería y el mismo trato con los combatientes, que eran sus compañeros y que venían con él en la invasión, que conmigo que hasta ese momento había sido un enemigo. ¿Tú entiendes lo que yo te explico?. Era un trato correcto.

No es como otra gente que te discrimina porque mentira, te ven como lo que tú eras, ¿no?: un enemigo de ellos. Sin embargo no. El trato aquel con nosotros era magnífico. No solo conmigo sino con todos. Ya te digo si había un cigarro, de ese cigarro fumábamos todos. Si se conseguía un trozo de yuca, primero comíamos nosotros los prisioneros antes que ellos… ¡La comida de nosotros era la primera! Si sobraba comían ellos. Pero nosotros si no podíamos dejar de comer. ¿Tú entiendes? Ni un mal gesto, ni una palabra ofensiva, ni por parte de él, ni por parte de ninguno de los combatientes.”

El tiempo ha transcurrido y ahora Edel Caurel Garrido, no puede esconder el dolor que le causa recordar la muerte del Che. No encuentra palabras para calificar la calidad humana del jefe guerrillero. Considera que un hombre con sentimientos, que un hombre honesto no podía haber atentado contra la vida de Guevara con solo mirarle a los ojos.

Cuando se trasmitió la noticia de la desaparición física del Che, aquel trágico 8 de octubre, Garrido se encontraba en su casa y las lagrimas le brotaron.

En lo más profundo del corazón considera que hombres como el guerrillero heroico no pueden matarse. El Che en esas circunstancias se encontraba herido y sin posibilidad de defensa.

—“¡Tenían que haberle respetado la vida!”—dice con lagrimas en sus ojos.

El asesinato del Che en Bolivia le ha dejado a Edel una huella imborrable en el corazón.

“¡Hubiera dado mi vida por la de él ¡ ¡ Prefería que m hubieran matado a mí antes que a El Che¡ ¡Mi cuerpo lo hubiera amparado!” Expresa con indignación.

El 6 de enero de 1959, Caurel había sostenido el último encuentro con Ernesto Che Guevara. Después de terminar la guerra retornó a su pueblo, allá en Palo Seco, a cultivar la tierra, a trabajar como panadero.

Edel Caurel Garrido es de los hombres que también sienten el deseo de llorar y de estar sensibilizado con una causa justa. Hoy se convierte en una verdadera historia viviente.


17 comentarios on “Desde Guáimaro, Cuba: Yo fui prisionero del Che”

  1. cada mil años nace un hombre como el che! y que privilegio para los cubanos haberlo tenido en su lucha!

    • «Se sentian por primera vez, como seres humanos».
      Frase contundente…que resume la altura moral del Che…Y su consecuente amor por y para el pueblo.(Y su consecuencia en ese pueblo que lo amará por siempre!)

  2. liuba dice:

    el che un grande ejemplo para los hombres de la tierra

  3. Delfina dice:

    Ernesto Guievara de La Serna simboliza los más altos ideales humanos, y un ejemplo insuperable de combatiente revolucionario e internacionalista.

  4. EL COMANDANTE CHE GUEVARA ES UN GRAN LUCHADOR,EJEMPLO INTERNACIONALISTA EN LA LUCHA POR LA LIBERTAD Y LA INDEPENDENCIA DE LOS PUEBLOS.! ADEMAS ES UN FASCINANTE Y MUY NOBLE,INCLUSO A SUS ENEMIGOS !

  5. Jose Jesus Marrufo C dice:

    Un enorme gigante combatiente e ideologo el inmortal Comandante Ernesto Guevara de la Serna, al igual que nuestro General Francisco Villa y Emiliano Zapata, viviran por siempre en nuestros pueblos y personas comunes, donde quiera que haya injusticia seran banderas y ejemplo de lucha a seguir, por lo tanto son inmortales porque siempres seran recordados.

    • Con sus versos Nicolás Guillén cultivó su honda amistad con el Che y trasladó a su pueblo un mensaje imperecedero:

      Che Comandante Amigo

      Che Comandante
      No porque hayas caído
      tu luz es menos alta.
      Un caballo de fuego
      sostiene tu escultura guerrillera
      entre el viento y las nubes de la Sierra.
      No por callado eres silencio.
      Y no porque te quemen,
      porque te disimulen bajo tierra,
      porque te escondan
      en cementerios, bosques, páramos,
      van a impedir que te encontremos,
      Che Comandante,
      amigo.
      Con sus dientes de júbilo
      Norteamérica ríe. Mas de pronto
      revuélvese en su lecho
      de dólares. Se le cuaja
      la risa en una máscara,
      y tu gran cuerpo de metal
      sube, se disemina
      en las guerrillas como tábanos,
      y tu ancho nombre herido por soldados
      ilumina la noche americana
      como una estrella súbita, caída
      en medio de una orgía.
      Tú lo sabías, Guevara,
      pero no lo dijiste por modestia, por no hablar de ti mismo,
      Che Comandante,
      amigo.
      Estás en todas partes. En el indio
      hecho de sueño y cobre. Y en el negro
      revuelto en espumosa muchedumbre,
      y en el ser petrolero y salitrero,
      y en el terrible desamparo
      de la banana, y en la gran pampa de las pieles,
      y en el azúcar y en las sal y en los cafetos,
      tú, móvil estatua de tu sangre como te derribaron,
      vivo, como no te querían,
      Che Comandante, amigo.
      Cuba te sabe de memoria. Rostro
      de barbas que clarean. Y marfil
      y aceituna en la piel de santo joven.
      Firme la voz que ordena sin mandar,
      que manda compañera, ordena amiga,
      tierna y dura de jefe camarada.
      Te vemos cada día ministro,
      cada día soldado, cada día
      gente llana y difícil
      cada día.
      Y puro como un niño
      o como un hombre puro,
      Che Comandante, amigo.
      Pasas en tu descolorido, roto, agujereado traje de campaña.
      El de la selva, como antes
      fue el de la Sierra. Semidesnudo
      el poderoso pecho de fusil y palabra,
      de ardiente vendaval y lenta rosa.
      No hay descanso.
      ¡Salud Guevara!
      O mejor todavía desde el hondón americano:
      Espéranos. Partiremos contigo. Queremos
      morir para vivir como tú has muerto,
      para vivir como tú vives,
      Che Comandante, amigo.

  6. zaida maria jordan dice:

    El Che, magnífico hombre, ejemplo de líder y de ser humano

  7. Mauricio Vega dice:

    todos debemos apuntar al ideal del hombre nuevo que planteó el CHE.

  8. Como mismo dicen muchos de los comentarios que hay despues de esta publicación,el Che es un ejemplo a seguir por todos,pasaran los años y seguira siendo la guia en nuestros actos diarios,desde la infancia cuando nos hacen pioneros Jose martí,decimos nuestro lema con mucho orgullo de Pioneros por el Comunisno.Seremos como el Che!!!,así siempre seremos desde que vamos creciendo como es gran hombre que a pesar de su muerte en Bolivia seguira siendo nuestro mayor ejemplo y guia.

  9. Ignacio Torres Diaz dice:

    el Ché es y seguirá siendo un paradigma para los humildes de la Tierra

  10. walfro12 dice:

    La premicia informativa es del que investiga. Eso queda claro. El artículo está muy bueno devela la historia que encierra esta región camagueyana relacionada con el Che, una leyenda de América. Muchos guaimareños no la conocen, no saben de esta anécdota revolucionaria, ejemplo para las nuevas generaciones que formamos.

    • Ese testimonio de un ex soldado de la dictadura de Batista confirma una vez más el humanismo del Che. Como el propio soldado expresa: “Yo analizaba una cosa. Uno era un prisionero y te tienen que tratar como tal. Y sin embargo no: era la misma camaradería y el mismo trato con los combatientes, que eran sus compañeros y que venían con él en la invasión, que conmigo que hasta ese momento había sido un enemigo. ¿Tú entiendes lo que yo te explico?. Era un trato correcto.”
      Gracias walfro por su comentario.

  11. Sí, Naja, eso reafirma mi abuela Ofelia Arias Arencibia a cerca del Che y también me lo contaba mi abuelo Felipe Conesa Ramos cuando rememoraba conmigo en su portal aquellas inolvidables historias cuando ellos vivían en la finca de La Federal. Por allí pasaron las columnas de Camilo y Che, ellos le dieron abrigo.
    El Che trataba a todos como seres humanos, un compañero sin igual, correcto, sencillo, solidario y muy humano sobre todas las cosas. Mi abuela tuvo el privilegio de preparar alimentos para ellos, de protegerlos un instante brindándole su techo, además de ser curada por el Che en un seno. Mi mamá era una niña que no se apartaba de sus humildes juegos, ella recibió 10 pesos de manos de Camilo para que le compraran juguetes pues él la vio jugar con pomos disfrazados de muñecas. Con esa acción en medio de tanta presión en la que ellos se encontraban, cuánto amor se desbordaba de sus entrañas, cuánta delicadeza, cuánta humildad… En la casa de mis abuelos fue curado Enrique Acevedo por el Che. Hoy mi abuela conserva la mesa y las sillas donde se sentaron los dos grandes héroes y su gente.


Replica a barbaracortellan Cancelar la respuesta

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.